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miércoles, 15 de abril de 2015

VIDEOJUEGOS Y EDUCACIÓN

Después de haber visto la exposición de mis compañeras en clase, he decidido buscar información sobre los aspectos que destacaron más en su trabajo como por ejemplo, que es lo que deben hacer los padres ante situaciones de hijos que solamente juegan a videojuegos y que no saben como dar soluciones a este tipo de problemas. 
Tras la investigación por internet que he llevado a cabo me he dado cuenta que tiene tanto aspectos positivos como negativos pero obviamente superan los negativos a los positivos, por ello si se hace un uso controlado podremos sacar más partido a esos aspectos positivos para intentar que superen a los negativos. A continuación dejo lo encontrado en internet, para que podáis ver la importancia de los videojuegos en la vida educativa de un niño.


Desde hace varios años, los videojuegos ocupan gran parte del tiempo libre de nuestros hijos y, en los últimos años, se han levantado voces tanto a favor de su uso como en contra.

Lo cierto es que los videojuegos han desarrollado muchísimo su capacidad pedagógica y actualmente muchos centros educativos los utilizan para enseñar ciertas materias y educar en valores.

Por un lado, las voces más pesimistas afirman que este tipo de entretenimiento puede provocar un aislamiento social y alertan sobre otros perjuicios para la salud, como su capacidad de desencadenar ataques epilépticos. Por otro lado, otros subrayan las excelencias del uso de los videojuegos e inciden en sus aspectos educativos, de superación y de adquisición de habilidades manuales.


La mayoría de videojuegos preferidos por los niños incluyen violencia y el número de títulos de corte violento fabricados sigue en aumento. Los considerados como extremadamente violentos han aumentado sus ventas en más de un 30% en los últimos años. En cambio, los juegos menos aceptados son los que contienen aspectos educativos.

Aspectos positivos y negativos de los videojuegos para los niños

Usados razonablemente, los videojuegos pueden tener algunos efectos positivos sobre los niños:
  • Desarrollan el instinto de superación del niño.
  • Aumentan su rapidez de razonamiento y estimulan su concentración.
  • Desarrollan sus reflejos y agilidad mental y mejoran la coordinación manual.
  • Promueven el trabajo en equipo en el caso de los juegos para varios jugadores.
  • Muchos están pensados con fines educativos, así que, a la vez que juegan, aprenden sobre todo tipo de disciplinas.
  • Jugados en familia, pueden ayudar a estrechar lazos y pasar tardes súper divertidas.

Efectos negativos de los videojuegos para niños:


Como en su día la televisión, los videojuegos se han convertido en blanco de todas las críticas por los potenciales peligros que entrañan. Es cierto que, si su única diversión es jugar con la consola, el niño acabará por volverse un adicto, dando constantes muestras de ansiedad y nerviosismo. Esta dependencia también le hará dejar de relacionarse con sus amigos y de prestar atención a su entorno. Además:
  • Los niños pueden quedar expuestos a contenidos no aptos para su edad, porque algunos videojuegos contienen escenas de sexo, violencia, juego, utilizan lenguaje soez, etcétera.
  • Existe riesgo de sobrepeso y obesidad debido al sedentarismo al que obligan la mayoría de los videojuegos. De ahí la buena acogida que han tenido los juegos que te obligan a moverte o practicar algún deporte.
  • Al conectarse con otros jugadores a través de Internet, pueden conocer a gente indeseable o facilitar datos que no deberían.
  • Una última pega: las consolas son productos caros, y los videojuegos, también.

¿Qué podemos hacer los padres?

Con los videojuegos, además de limitar el tiempo, es imprescindible saber a qué juega el niño y jugar con él, o, al menos, interesarnos por lo que hace frente a la pantalla. Si nuestro hijo nos pide el último videojuego de moda, debemos primero asegurarnos de que está recomendado para su edad e informarnos sobre su contenido. Otros consejos muy útiles son:
  • Fija unas normas de uso, muy estrictas si se trata de menores de 15 años. A partir de esa edad, se puede ir abriendo un poco la mano.
  • Intenta que tus hijos jueguen en sitios comunes del hogar, no encerrados en su habitación. También es recomendable vigilar el juego fuera del hogar, por ejemplo, en casas de amigos. Recuerda que los dispositivos portátiles son más difíciles de controlar.
  • No compres productos piratas y controla el intercambio entre los amigos.
  • Activa los controles parentales de las videoconsolas y los ordenadores que tengáis en casa. Y mantén siempre actualizados todos los programas antivirus.
  • Si tus hijos quieren jugar online, primero hazlo con ellos y explícales los riesgos sobre la privacidad que entraña esta práctica. Mantened siempre la línea de diálogo abierta.

Aunque también existe oferta para menores de tres años, tu pequeño agradecerá más que le lleves al parque que ponerle delante de una pantalla. Y, cualquiera que sea su edad, no os olvidéis de proponerles otras opciones de ocio.

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